lunes, 5 de febrero de 2007

Me queda el silencio


Me dejé engañar por otra más de esas princesas educadas por el diablo,esas que durante algún tiempo van tejiendo una tela de araña en la que tarde o temprano caerás...

Yo ya caí, ya estoy en su trampa, más muerta que viva, esperando a que el gran depredador me devore...


Inventé un camino de flores, dibuje una estrella en tu pelo, me bebí tus lágrimas y mordí el deseo. Susurré canciones de amores imposibles, besé tu cuerpo hasta quedarme seca, tallé corazones en los troncos de los árboles que ahora deben llorar tu ausencia.

¿ Por qué no montaste en mi barca? Solo quería darte un paseo por el río, ese río de agua cristalina, en el que una vez guarde mis ilusiones, en el que los peces guardan tantos corazones. Hoy fui a pasear sola, mis lágrimas empapaban la ropa y los peces, al ver mi tristeza, imitaban a bufones pero no conseguían levantar mi ánimo. Solté los remos, y me deje llevar, no quise saber mi paradero, solo quería escuchar como cantaba el silencio...

Y ahora todo es nada, no quiero ver colores, ni recorrer ciudades ni jardines, ni disfrutar del viento de mi tierra, ni intimidar a la luna, ni vibrar con tu cintura, no quiero seguir dibujando sonrisas en mi cara cada mañana cuando el sol me despierta con ternura.


Asustada corrí, corrí muy rápido, tanto que por unos segundos juraría que volaba, que las hojas de los árboles me acariciaban en pelo, pero yo no tengo alas, las arrancaste porque no querías volar cogida a mi cintura.


Quisiera quemar mi alma y renacer de mis cenizas.

2 comentarios:

Ausente... dijo...

Pienso que toda esta historia, es mejor que te quede el bonito sonido del silencio, a que te quede, gritos que dicen incoherencias...
Besines

Madness dijo...

Yo también lo prefiero, aunque me cueste se que es lo mejor, y estoy empezando a notar el placer del silencio después de tantos gritos...
Gracias!
un beso!