sábado, 26 de enero de 2008

Con la cabeza en llamas

Y de repente mi cabeza se encendió en llamas, el humo contaminaba el autobús...aún no se por qué razón, puede que mis pensamientos provocaran un cortocircuito, o simplemente el sol calentaba demasiado mi nuca...

martes, 15 de enero de 2008

Conversaciones con mi reflejo


Enciendo la luz y aparece, levanta la cabeza lentamente y me mira directamente a los ojos, nadie nunca me mira como ella, tan directamente, juntando las pupilas en líneas perfectamente paralelas. Sabe lo que pienso, lo que siento, mis puntos débiles, conoce mis deseos más profundos, no necesita preguntarme que pienso, porque en cuanto yo pienso ella piensa lo que pienso, me conoce más que nadie. A veces me sonríe con los ojos, no me hace falta apreciar esa curva en su boca para saber que sonríe cuando algo le emociona. Otras veces también llora, siempre mirándome a los ojos, y yo también lloro. Siempre lloro cuando llora, sus ojos verdes se aclaran y parece que se volverán transparentes, descoloridos por las lágrimas. Después se irritan mirándome, suplicandome que le muestre la salida, no habla, pero lo piensa y yo pienso lo que ella piensa, y busco una salida para las dos. Alguna que otra vez se muere de miedo y me llama para no estar sola, me habla y le hablo, nos convencemos de que los gritos que aporrean la puerta se los comerá el silencio que llegará después, y se convertirán en nada.


Luego me cuenta historias sobre guerras, guerras de barcos de papel cuyos tripulantes tienen que defender que otros marineros no cambien el color de sus barcos. Me hace imaginar a cientos de marineros armados con brochas que chorrean colores, se mezclan colores en el aire de los barcos enemigos, y lo tiñe todo de rojos, verdes, morados...los marineros tienen su cuerpo multicolor y no pueden evitar reírse a carcajadas cuando ya no importa la guerra y se pintan unos a otros. Entonces sonrió con los ojos mientras ella me imita, le gusta imitarme siempre.


La última historia que recuerdo en esos momentos de miedo y gritos, es una guerra en la que participan miles de personas,todas ellas sientes amor y odio en la misma proporción, esto les hace enloquecer y se enfrentan en una batalla de todos contra todos. Se arman con cojines y almohadas que dejan escapar plumas ligeras a cada golpe de odio. Poco después se calman.Por el cielo vuelan las plumas lentas, cayendo sin prisa, parece que nieva y terminan por abrazarse y sentir sus cuerpos apretados mientras las plumas hacen cosquillas cuando caen por sus cuerpos, rozando la piel.


No puedo abrazarla, es mi yo del otro lado del espejo, mi lado derecho es su izquierdo, está fría ahora, tanto como ese cristal que nos separa. Muchos pensarían que estoy loca, pero yo no lo pienso y sé que ella, la que me mira a través del espejo, tampoco lo piensa, ya lo dije, piensa lo que yo pienso.

jueves, 3 de enero de 2008

Creando, inventando...

He aprendido a dominar las palabras, a hacerlas mías y manejarlas a mi antojo. Tú que me lees dime algunas palabras, te haré una historia para tu disfrute personal, ¿no es eso lo que buscas para matar tu aburrimiento? Me buscas a mí, a alguien como yo que pueda unir palabras, dirigirlas y esclavizarlas en una historia que te haga sentir, sentir cualquier sentimiento, eso es lo que buscas...

Puedes elegir, aquí tienes el menú del día...

¿Quieres una que te quite el sueño?Pues entonces dejame hablarte del fantasma que cada día coloca tu cepillo de dientes en un lugar distinto al que tu lo dejaste...

¿Quieres excitarte? Pues concentrate en mis palabras, imagina como muerdo tu cuello y araño tu espalda, como mis manos se adentran en tu cueva húmeda y descubre tesoros mientras mil tempestades inundan tu cuerpo que desvanece de placer...

¿Qué tal una de gnomos y hadas? Y entre los finos hierbajos lo vi aparecer, venía galopando sobre una hormiga, era el más pequeño de todo el reino de la hadas, se llamaba Rimpo. Su sonrisa era tan fea que espantaba a todos los insectos vecinos, cuidaba de un rebaño de hormigas y a veces se acostaba con la reina de todas ellas. En su reino lo despreciaban, pero no sabían de los poderes que este poseía...

Me podría pasar la noche inventando historias, contándote cuentos para que tu vida rutinaria no sea tan dura, pero es difícil,¿ Y si no te gustan mis historias? ¿Y si lo que escribo no es lo suficientemente bueno para ti? ¿Y si no consigo impresionarte? Contaras patrañas de mi, dirás que me equivoque, que la escritura no es lo mio, que debí pensármelo dos veces antes de inventar estas historias tan estúpidas...

Pero yo seguiré feliz, recordando cada historia igual que ese sueño que no quieres olvidar, y lo recuerdas muchas muchas veces, y luego simplemente lo plasmas en un papel para que no se vaya nunca...y tú que me lees, ¿quieres recordar algún sueño?