jueves, 26 de abril de 2007

Amor-Odio


Escucho esa canción que después de todo me sigue recordando a ti. Aquella vez que nuestros oídos la percibían, mis labios recorrían tu espalda... ¿ Recuerdas como temblabas? ¿Recuerdas como te estremecías mientras bajaba por tu cuerpo? ¿ Recuerdas como después de todo, juntábamos piel con piel y fuerte me abrazabas, como si alguien en cualquier momento pudiera separarme de ti? ¿Lo recuerdas?

Yo sí, lo recuerdo más de lo que debería, recuerdo como tus ojos se iban cerrando y te mordías el labio inferior mientras te aferrabas a mi espalda...


Quisiera saber que fue eso para ti. Creí conocerte tan bien... me equivoque. Su pongo que es cierto eso que dicen de que hay un pasito entre el amor y el odio, y yo estoy apunto de cruzar la línea que las separa, aún puedes pararme, pero no lo harás, y tal vez yo no quiero que lo hagas. No me gusta sentir odio, pero me estas empujando hacia él...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

no vale la pena odiar. porque sigues dándole un protagonismo a esa persona que no vale la pena. es mejor pasar de todo. ignorancia e indiferencia: ni lo sé, ni me importa...

un beso.

cake dijo...

Yo sólo te digo una cosa, pasa de ella y se feliz...La verdad ni te merecía ni te merece...es mala!!!
Besos

not exactly dijo...

A veces se hace necesario el odio, es una capa protectora que nos hace sentir que hemos reaccionado de algún modo frente al daño, que no nos ha sido indiferente porque esa persona nos importa y, por ello, debemos sentirnos bien con nosotros mismos, aunque en ocasiones el odio mismo nos haga sentir todo lo contrario, paradógico

Alice ya no vive aquí dijo...

El odio es una emoción que nos ata a otros, y sólo se odia cuando hay todavía demasiados sentimientos encontrados de por medio.

No hay peor afrenta que llegar a ignorar a otro, cuando ya no importa.

Un abrazo