lunes, 23 de julio de 2007

Para ella

A veces recuerda como pasó su vida, entre risas y llantos, describía todo cuidando cada detalle y hasta se sobrecogía cuando algo que recordaba la impactaba en sus propios recuerdos como si le acabara de pasar en ese mismo instante.

Describía los sufridos días de hambre, trabajando en el campo a pleno sol en verano, y con un frío matador en invierno. A veces sufrió desmayos como muchos otros de su cuadrilla. Las enfermedades estaban a la orden del día y solo le quedaba la fe de creer que tal vez un día pudiese descansar en una cama que no estuviese llena de pulgas.

Corrían tiempos difíciles, eso si, para algunos, otros vivían en completa felicidad... suele decir eso cuando se pone a recordar frente al fuego, que le ilumina la cabellera blanca como la nieve, descolorida por el paso del tiempo, y se le encharcan los ojos de lágrimas, detrás de esas gafas que solo la dejan ver bultos borrosos, tal vez porque sus ojos ya están cansados de ver.

Soñar no era suficiente, pero era lo único que les alimentaba y les daba fuerza. Ahora veo sus arrugas que bailan en sombras por las llamas del fuego, su mirada perdida en algún lugar de su pasado... su mirada, cuanto tuvo que ver su mirada, cuantos frutos recogerían sus manos, y cuantas veces llorarían aquellos ojos azules que a mi me dan tanta paz.

Recordaba noches sin dormir planeando un mejor día para mañana, para sobre vivir otro día más, recordaba silencios, palos en el costado pero también recordaba los bailes de parejas junto al fuego en esos escasos ratos libres. Recordaba los chistes y las bromas que robaban sonrisas en esos días de pobreza y tristeza. La fortaleza crecía a cada mal trago y supo salir de aquella trampa que la tenía atada de pies y manos. No quiso correr, lo hizo despacio. Se enamoró y tuvo hijos. Problemas y alegrías a su vez. cinco bocas más que alimentar. Pero supo ir despacio, con calma.

Pasaron los años y con mucho esfuerzo consiguió lo que ahora tiene. Sus hijos, sus nietos, somos su tesoro, el fruto de toda su vida sufriendo y sobreviviendo a cada paso.
Ya no llora, solo si alguien de su familia sufre, pero se pone triste cuando nos ve alejarnos con el coche, veo como contiene el llanto para después, al doblar la esquina, derramar unas cuantas lágrimas, pero muy pocas, ella ya esta tranquila, puede estar tranquila.

5 comentarios:

not exactly dijo...

Creo que esta es tu obra maestra, podemos dar por finalizado tu aprendizaje de las letras.
Me has puesto la piel de gallina desde la primera frase.

Un beso enorme.

Madness dijo...

No sabes lo importante que es para mi que tu me digas eso... O bueno, creo que puedes imaginarte lo importante que es.

Nunca creí ponerte la piel de gallina con ninguno de mis textos, solo tu lograbas hacerme temblar con los tuyos... Cuando me los leías, me encantaba escucharlos.

Gracias. Un beso

not exactly dijo...

Si quieres, cuando vuelva, te leo alguno.

cake dijo...

Me has emocionado...se me han saltado las lágrimas,¿ Cómo consigues hacerlo?¿ Cómo consigues expresar esos sentimientos?
Precioso. Memorable.
bESOS

Zaida dijo...

Que bonito homenaje a tu abuela. Es uno de los post que mas me han gustado madness :-)

Un beso, nos leemos!