martes, 30 de octubre de 2007

No encontré palabras

No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sobras,
basta para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.

Aunque sólo sea una esperanza,
porque el deseo es una pregunta
cuya respuesta nadie sabe.

Luis Cernuda.

Hoy no había musas, solo palabras muertas sin sentido que plasmé en un papel y quedaron para siempre guardadas, para todos los ojos censuradas, incluso para los mios otra vez. Hoy la imaginación nubla mi cabeza y aun así poca inspiración para sacar letras...

Recurrir a él, Luis Cernuda, no está nada mal...eso pienso yo.

3 comentarios:

cake dijo...

Hay dias en los que la inspiración no quiere despertar!!!

Besos corazón!!!

Castigada sin postre dijo...

Que mono.
Un besito

Castigada sin postre dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.